Arte de Pájaros

Pablo Neruda

 

 

Aguila

Pájaro amargo, águila fría,
espada de las cordilleras,
inmóvil en tu eternidad,
en los años indiferentes,
en la piedra de la agonía.
Aguila de plumas duras,
yo conozco tu idioma negro,
la amenaza de tus ciclones
tu transparencia sanguinaria,
tus garras manchadas de muerte
y sé que vuelves derrotada
a tus montes de piedra y nieve,
al gran silencio de los Andes,
a la torre de las espinas.
La rosa siguió floreciendo,
el manantial hizo de nuevo
su conversación de cristal:
los nuevos nidos se poblaron
por orden de la primavera,
se extendió la liebre en el musgo
para parir en el crepúsculo:
desembocó la claridad
de la luna, de las estrellas,
como los ríos de un estuario
y allí solo tú, desvelada,
no nacías ni florecías:
estabas sola con la noche.

 


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